Intimidad, Sexo, Deseo y Sexualidad...

La intimidad, el sexo, el deseo sexual, y la sexualidad son entidades únicas que pueden existir independientemente una de otra, pero siguen estando relacionadas de cerca y son interdependientes entre sí. Juegan su papel en la vida y relaciones de una persona. 

La intimidad física puede ser enunciada simplemente como sentirse "cómoda" y "segura" como resultado de la presencia física de otra u otras personas. Nos sentimos seguras envueltas en los brazos de otro y disfrutando del calor de su cuerpo en contra del nuestro. Deseamos la intimidad física porque somos animales sociales que tenemos que descansar en los otros para sobrevivir. La intimidad física es muy importante para nuestro bienestar emocional. Se ha encontrado que la ausencia de intimidad física durante la infancia y la niñez es muy dañina para los niños y afecta la sexualidad adulta. La intimidad física existe aun en ausencia del sexo físico, como en el caso de padres e hijos, y entre hermanos. Empero pueden desarrollarse sensaciones sexuales como resultado de la intimidad física, aun entre aquellos entre los cuales no es socialmente aceptable, porque a menudo nuestro cuerpo responde por sí mismo. 

Emocionalmente la intimidad se asocia con la confianza y la exposición al otro. Somos emocionalmente íntimos cuando confiamos en alguien lo suficiente como para ser igual a nosotros mismos, y nos sentimos cómodos de hacerlo así. Puede ser descrito mejor como lo que es el "amor," y frecuentemente no se logra en un abrir y cerrar de ojos. La intimidad emocional puede surgir como resultado de la intimidad física que es sexual en distinto grado. Si usted se siente segura, sus deseos y sensaciones sexuales pueden ejercer mayor control sobre usted. Un ejemplo es el de los grandes amigos que inesperadamente se encuentran sexualmente deseables. En la ausencia de la intimidad emocional, puede ser más difícil lograr el placer sexual al no poder perder el control por sentirse vulnerable. 

El sexo son los actos y actividades físicas sexuales. Es lo que hacemos con nuestros cuerpos. Sexo no es intimar y puede existir en la ausencia de la intimidad, física y emocional. El sexo puede ser incluso un medio de evitar la intimidad. Podemos pasar por las proposiciones del sexo sin intervención emocional, a veces reduciendo el sexo a nada más que el acto reproductivo. Esto no quiere decir que el sexo puramente físico sea dañino o que mejor deba ser evitado. El sexo puede ciertamente ser divertido y placentero sin intimidad. Puede ser muy asombroso. Nuestros cuerpos pueden tomar el control resultando en sexo y placer maravillosos, La intimidad usualmente mejora el sexo físico permitiendo que la persona pierda el control, dejando que su cuerpo tome el control. La intimidad también llena los vacíos entre experiencias sexuales. Las mujeres frecuentemente son vistas como deseosas de intimidad y los hombres como deseosos del sexo físico, sin embargo ambos deben buscar un equilibrio entre los dos. 

El deseo sexual puede conducir al sexo y la intimidad, pero también puede conducir a confusión y conflicto cuando no hay intimidad o compatibilidad sexual. El deseo sexual mejora nuestras vidas, pero puede anular la lógica. El deseo sexual es una necesidad de supervivencia que puede entrar en conflicto con otras cosas que deseamos, cosas que también nos hacen sentir bien, pero que son menos necesarias para la supervivencia. 
Una persona puede experimentar deseo por alguien del que conoce poco o nada más que cómo se ve o percibe de él, un personaje público. El deseo sexual inicial frecuentemente está basado solamente en lo que se ve. Entonces podemos buscar desarrollar la intimidad antes de involucrarnos en sexo o podemos poner confianza ciega en él e involucrarnos en el sexo inmediatamente. La manera en que vemos a nuestra pareja cuando estamos bajo la influencia del deseo sexual frecuentemente es controlado más por la fantasía que por la realidad, si nuestro deseo por la persona no se desarrolla después de conocerla antes. Una vez que la excitación sexual inicial ha disminuido, y si no se desarrolla la intimidad, se forma un vacío que puede causar que busquemos una pareja nueva y sexualmente excitante.
Desde la perspectiva de la evolución nuestro núcleo familiar proveyó probablemente intimidad emocional y física, o sea, que nuestras parejas sexuales necesitaron solamente satisfacer un rol reproductivo. Nuestra pareja reproductiva probablemente era un extraño que pasaba. Una vez que la mujer quedaba embarazada su cuerpo frecuentemente decía que no al sexo, y la familia tomaba una mayor importancia. Eso es muy diferente a lo que hoy podemos esperar de los individuos y de la sociedad. Queremos todo de una sola persona, en parte porque las familias nucleares y grandes se están convirtiendo en algo del pasado, en las sociedades industrializadas.

La sexualidad comprende todo: el sexo biológico, el psicológico y el anatómico, orientación sexual, intereses, deseos, y experiencias. Todos somos sexuales, incluso si eso es ser no sexual. Somos sexuales desde el momento del nacimiento hasta el momento de la muerte. Una mujer puede desear intimidad física y emocional, pero no sexo, como resultado de no experimentar deseo sexual; pero todavía es muy sexual. No podemos escaparnos de nuestra sexualidad. 

El tema de las hormonas es extremadamente complejo. Para usar una analogía, son como un rompecabezas. Un rompecabezas está hecho de muchas piezas que se acomodan para formar una sola imagen. Cada pieza de este rompecabezas encaja en una sola posición. Si usted no tiene todas las piezas ni encajan correctamente no logrará ver la imagen completa. Considere tratar de ensamblar un rompecabezas teniendo solamente la mitad de las piezas. Luego considere cómo es teniendo piezas de dos, tres o cuatro rompecabezas todas mezcladas. Comprender nuestras hormonas es incluso más difícil cuando toma en consideración que los investigadores médicos no han encontrado todas las piezas de nuestro rompecabezas. Sencillamente no tenemos todas las respuestas.

Comenzando en la pubertad, nuestros cuerpos producen altos niveles de la hormona testosterona y nos ordena buscar una pareja para la reproducción. Esto no es algo que nosotros elegimos o sobre lo cual tenemos control, simplemente ocurre. Esto es así en hombres y mujeres. Mientras que las mujeres pueden tener de un décimo a un quinto de la cantidad de testosterona que tienen los hombres fluyendo por su cuerpo, aún influye en gran medida. El cuerpo de la mujer es significativamente más sensible a la testosterona, entonces pequeños cambios en su nivel pueden tener mucho efecto en el deseo y en la salud general. Sin los niveles adecuados de testosterona usted no va a experimentar deseo sexual, y además puede experimentar otros problemas de salud.
Las glándulas suprarrenales y los ovarios producen cinco tipos diferentes de esteroides del colesterol; dos de ellos son los andrógenos y los estrógenos. Los andrógenos son considerados comúnmente hormonas "masculinas" y los estrógenos "femeninas," aun cuando ambos sexos las tienen circulando por todo su cuerpo. Las mujeres usualmente tienen mayores niveles de estrógenos que de andrógenos. Los ovarios y las glándulas suprarrenales producen cada uno aproximadamente la mitad de la cantidad total de andrógenos, y la testosterona es uno de ellos. La testosterona actúa sobre el cuerpo y el cerebro haciéndonos desear el sexo y haciéndonos que respondamos más a la estimulación sexual. La testosterona también tiene efecto sobre varias funciones corporales e influye sobre nuestro estado general de salud. 
Después que los ovarios y las glándulas suprarrenales producen la testosterona la mayor parte de ella se aglutina con una proteína llamada globulina aglutinante de la hormona sexual (en inglés sex hormone binding globulin o SHBG.) Solamente un 1-2% de la producción de testosterona se considera "testosterona libre" y tiene efecto sobre la función sexual. Cuando se miden los niveles de testosterona de una mujer, deben determinarse los niveles de la testosterona total, SHBG, y los niveles de andrógenos libres. Esto permite a los doctores saber cuánta testosterona se está produciendo y de cuánta se dispone para afectar la función sexual. Estos exámenes deben llevarse a cabo antes del mediodía y después que comienza la menstruación o inmediatamente después, en la fase folicular temprana del ciclo menstrual.
Debe notarse que el estrógeno aumenta la producción del SHBG que entonces resulta en menos testosterona libre en el cuerpo. Podría decirse que el estrógeno es una anti-testosterona. Esta es la razón por la que altas dosis de pastillas anticonceptivas pueden suprimir el deseo sexual y por qué la terapia de reemplazo de hormonas puede suprimir posteriormente el deseo sexual. También puede explicar por qué algunas mujeres experimentan mayor deseo más tarde en la vida más que durante la pubertad cuando sus niveles de estrógeno son altos. Los niveles de estrógeno caen abruptamente después de la ovulación lo cual puede influir en un aumento en el deseo en la mitad del ciclo cuando la mujer está en su máxima fertilidad, y los niveles de estrógeno están en su nivel mínimo durante la menstruación, explicando posiblemente por qué muchas mujeres experimentan un deseo mayor cuando en realidad son menos fértiles.
La mujer puede no llegar a producir suficiente testosterona o su cuerpo puede no ser sensible a ella, entonces no experimenta deseo sexual, o sólo en un grado limitado. La cantidad de testosterona y la sensibilidad de la mujer a ella no es constante a lo largo de su vida. Mientras que frecuentemente hay una fuente de producción de testosterona durante la pubertad, su nivel disminuye lentamente durante la adultez. No es probable que la mujer advierta una diferencia de un día a otro, pero mirando hacia atrás en un período de tiempo advierte que su deseo y placer ya no son lo que fueron alguna vez. Lentamente llegará a darse cuenta de que algo le falta. Esta comprensión puede tomar lugar mientras que la mujer está en sus veintes o más tarde. Las mujeres a las que se les extraen los ovarios, lo cual se llama menopausia quirúrgica, experimentan una disminución del 50% de su nivel de testosterona, lo cual quiere decir que no advierten cambios de importancia dentro de algunos días posteriores a su cirugía. 

El Deseo No Garantiza Excitación y Orgasmo

Debe notarse que el deseo podría existir sin la capacidad de experimentar excitación sexual y orgasmo, así como otras sustancias químicas juegan un papel en estas respuestas físicas. El óxido nítrico y el monofosfato cíclico de guanosina (cGMP) son dos de los ingredientes importantes de la excitación sexual. El óxido nítrico se produce como resultado de la estimulación sexual y la cGMP relaja los vasos sanguíneos en los tejidos eréctiles permitiendo que ocurra la congestión de la sangre (labial) y la erección (clitoridiana.) Esto quiere decir que la mujer puede desear el sexo incluso si no puede experimentar la excitación y el orgasmo. Ella se puede sentir impulsada a tener intimidad, no actividad sexual, porque el sexo solamente aumenta su nivel de frustración sexual. Las mujeres que toman experimentan frecuentemente este efecto colateral.

Viagra puede ayudar a las mujeres que experimentan deseo sexual pero no excitación y orgasmo, aun si alguna vez lo hicieron. Viagra contiene sildenafil, que bloquea las sustancias químicas que suprimen la congestión de la sangre. La congestión sanguínea es necesaria para la excitación y el orgasmo. Si la mujer experimenta deseo y tiene suficientes niveles de óxido nítrico y cGMP en su cuerpo, Viagra puede ayudarla a experimentar excitación y orgasmo. Se ha encontrado recientemente que Viagra ayuda a algunos hombres que toman antidepresivos y también puede ser de ayuda a mujeres. Mientras que Viagra es una herramienta útil para el tratamiento de la sexual, no es una droga milagrosa ni es algo que solucione todos los problemas sexuales.
Nota: El bombeo del Clítoris también aumenta el flujo de sangre a los genitales y puede ayudar con la excitación y el orgasmo, como lo hace la masturbación regular.¿Deseo Para Hacer Qué?
Mientras que los hombres y las mujeres pueden desear el sexo, lo que desean a menudo son dos cosas diferentes. Los hombres pueden lograr el orgasmo más fácilmente durante el coito porque la vagina está estimulando directamente su pene. Las mujeres frecuentemente encuentran mayor gozo en la estimulación manual y oral de su vulva, porque así es más probable que su clítoris sea estimulado directamente. Los varones disfrutan el “sexo,” las mujeres el “juego previo.” Uno de ellos quiere “sexo,” el otro no. Esto resulta frecuentemente en conflicto entre los hombres y las mujeres con respecto a lo que desean y disfrutan sexualmente. Ambos desean experimentar placer sexual, pero la manera en que quieren hacerlo es donde surge el conflicto. La clave es recordar que en definitiva ambos desean lo mismo, y no tienen por qué lograrlo en el mismo momento para que sea satisfactorio.

Mientras que podemos suponer que el deseo sexual da como resultado que las mujeres quieran participar de coito vaginal, a menudo este no es el caso. Es más probable que ella desee lo que la excita sexualmente, lo que le da placer y resulta en orgasmo, sin la preocupación del embarazo. Las mujeres dicen frecuentemente que el coito vaginal no es tan intenso o placentero como la estimulación clitoridiana; durante el coito su nivel de excitación y lubricación disminuyen, y regularmente no experimentan el orgasmo durante el coito, si es que acaso lo logran alguna vez. La estimulación vaginal sola puede aumentar en realidad la sensación de frustración sexual de la mujer. Incluso si la mujer tiene deseos de coito, un dolor vaginal, puede encontrar que el coito no satisface sus necesidades sexuales. Puede disfrutarlo físicamente, pero la deja queriendo más; ella se pregunta qué le falta o está mal en ella. Una mujer joven puede explorar el coito esperando que le suministre satisfacción, pero encuentra que no, resultando en sentimientos en conflicto. Ella puede encontrar a los hombres sexualmente atractivos pero descubrir que el sexo con parejas mujeres es más placentero porque no está enfocado en el coito vaginal ni lo involucra.
La sociedad dice que las mujeres deben desear el coito, y si no lo hacen debe haber algo malo en ellas. La mujer puede sentirse presionada a tener coito, lo cual resulta en conflicto emocional y pérdida de deseo. Si la mujer no es feliz, si está tensionada, su cuerpo sabe instintivamente que no sería sensato quedar embarazada y entonces suprime su deseo sexual. Si el sexo no es placentero para la mujer pero en realidad es una carga emocional, su cuerpo dirá que no al sexo. Es un círculo vicioso.
Hacemos del coito algo trascendente y presentamos la idea que si una pareja tiene coito, todos sus deseos sexuales serán satisfechos. Esto puede ser demostrado en cómo se publicita Viagra. Basada en estos avisos, una es llevada a creer que si un hombre puede tener una erección, todos los problemas sexuales de la pareja se resuelven. Esto desconoce la posibilidad de que la mujer pueda no querer hacer nada con un pene erecto, aun cuando ella busca placer, orgasmo, y satisfacción sexual. Una siempre tiene que recordar que el coito es solamente una parte opcional y pequeña de nuestras experiencias sexuales. 

Ausencia o Pérdida del Deseo

La ausencia del deseo no es lo mismo que la pérdida del deseo. Ausencia de deseo significa que nunca lo experimentó, al menos en la medida que usted quisiera. Un ejemplo es la mujer que no ha experimentado el surgimiento del deseo sexual durante la pubertad. Pérdida de deseo quiere decir que usted alguna vez experimentó deseo sexual satisfactorio pero no en la actualidad. La pérdida de deseo suele ocurrir lentamente con el tiempo, pero puede ocurrir también como resultado de cambios grandes y repentinos en su vida y su cuerpo, como embarazo, lactancia, crianza, enfermedad y cirugía. En términos médicos, la ausencia de deseo es considerada "primaria" y la pérdida de deseo "secundaria." No tome estas palabras literalmente. La pérdida de deseo es secundaria porque usualmente la causa es que algo más cambió. La causa primaria debe ser entendida como tal antes de que pueda encontrarse una solución. Los niveles de testosterona pueden haber disminuido porque a su vez los ovarios han disminuido la producción de hormonas. La solución puede ser suplementar los niveles de testosterona. La ausencia de deseo significa que los componentes primarios o los bloques que constituyen el deseo no se hallan presentes. Algo distinto de la testosterona, un bloque constitutivo clave, puede necesitar agregarse a su cuerpo. La ausencia de deseo podría indicar problemas en otras glándulas, como la pituitaria o la tiroides, o poca grasa corporal; la grasa corporal tiene influencia significativa sobre la salud reproductiva y sexual de la mujer. Los ovarios pueden no producir testosterona suficiente, o usted no es sensible a la cantidad producida, requiriendo una dosis más alta de testosterona que las mujeres con deseo disminuido. Comprender la naturaleza del deseo sexual deteriorado de la mujer es clave para comprender su causa y tratamiento.